EL JABALI
Caza-pasión en muchos... ,
indiferencia en ningún caso.
Por todos es conocida la "explosión demográfica" del llamado cochino en estos últimos años en España, lo que ha servido para iniciar en la caza mayor a muchos cazadores, sobre todo en el tercio norte en que la caza menor no ha evolucionado de forma precisamente óptima. |
FICHA TECNICA DESCRIPCION: De aspecto robusto y poderoso, con cabeza y tronco formando un sólido bloque, aun teniendo menor talla que los de Europa Central y del Este, alcanza y supera los 120 kg. La cabeza es gruesa con relación al cuerpo, con pequeños ojos y enhiestas orejas y de forma cónica acabada en un largo hocico o jeta que utiliza para hozar el suelo. Las patas son de aspecto frágil. Los machos presentan los labios superiores levantados debido a la presencia de sus caninos superiores o amoladeras, pero sobre todo pueden ser impresionantes sus caninos inferiores o navajas, de crecimiento continuo y que se afilan rozándose con las amoladeras. Las hembras presentan dientes más pequeños y generalmente cubiertos por los labios. |
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El color del áspero pelaje varía con la edad, desde el rayado de los primeros 6 meses, siguiendo con el rojizo de los lechones hasta el año y pasando a partir de entonces a distintas tonalidades parduscas de claridad variable, hasta el castaño oscuro o canoso en muchos casos en el caso de los viejos (5 a 6 años) o muy viejos (de 6 hasta 12 e incluso alguno más). | |
BIOLOGIA Y COSTUMBRES: Entran en
celo a finales del otoño o inicio del invierno, las hembras adultas antes
que las jóvenes. Las hembras alcanzan la madurez sexual hacia los 8 ó 10
meses, aunque no suelen quedar preñadas hasta el segundo celo. Los machos
son capaces de fecundar con dos años, aunque no suelen cubrir hasta los
tres, manteniendo fuertes peleas entre ellos por el dominio de las
hembras, llegando a producirse grandes heridas en los costados, que
generalmente no pasan a mayores debido a la gruesa capa de grasa que
tienen en ese momento. Tienen una camada al año, pariendo las primerizas
de 2 a 4 jabatos y 4 a 6 las adultas. |
HABITAT: Puede vivir en muchos biotipos diferentes, siempre que tengan la espesura conveniente para ocultarse y descansar durante el día. Todo tipo de bosques, helechales y junqueras, desde el nivel del mar a la alta montaña, pero siempre con agua en los parajes. DISTRIBUCION Y POBLACIONES: Extendido en gran parte del continente eurasiático y el norte de Africa, e incluso en los Estados Unidos, donde se aclimató perfectamente después de su introducción en los años veinte, se encuentra extendido por toda la Península Ibérica, salvo en zonas deforestadas, conociendo una gran expansión debido al abandono de amplias zonas rurales, con el consiguiente descenso de la ganadería extensiva y a la disminución de predadores naturales como el lobo. | |||
SU CAZA
ESPERA O AGUARDO:
En sus querencias alimenticias o de baño, o en los pasos o veredas que
conducen a los mismos, el "esperista" tiene la ocasión de sentir todas las
emociones de una naturaleza crepuscular y nocturna en soledad, con luna y
sin ella, pero con los mosquitos del verano, los chaparrones de la
primavera y el otoño y los más duros fríos del invierno. No importan las
"pegas", la espera crea adición en muchos y ello a pesar de una creciente
opinión de que la misma tiene como consecuencia la desaparición de grandes
ejemplares, con merma de la emoción que haría estremecerse a muchos más
cazadores en montería o batida. Tema de debate apasionado, pues la caza es
pasión. MONTERIA: El jabalí siempre estará presente en la misma, aunque al ser su origen y objetivo por excelencia la caza del venado, los perros habitualmente empleados en la misma no son los más indicados y son relativamente fáciles de burlar por los buenos machos. Bala de calibre y peso adecuados al más duro de nuestros monteses. BATIDA O GANCHO: Tradicional en el tercio norte de la península, es practicada por las "cuadrillas de jabalineros", con un máximo de veinte cazadores en cada una de ellas y batiendo menores "manchas" que en la montería. Los rastreadores, con sabuesos atraillados, inspeccionan previamente las entradas y salidas de los jabalíes en la zona a cazar y evalúan su número y características gracias a sus huellas, piaras o animales solitarios, colocando los puestos de tiro en forma y lugar adecuados. La búsqueda hasta los encames se efectúa con los mismos perros, produciéndose su suelta acompañados de otros más rápidos en el acoso, (podencos y afines), con presencia siempre de los oportunos "de agarre"( dogos, mastines...), pues no será raro este lance, esencia de esta modalidad en que todos los cazadores participan de su emoción; los perreros orgullosos de la habilidad y valor de los mismos, los tiradores con sus "latidos" que anuncian la presencia del jabalí acosado. | |||
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