EL POINTER
Comparte con el
setter, protagonista de nuestro anterior dossier, un lugar aparte entre
los cazadores de pluma. Su fino olfato y su poderío físico le permiten
rastrear a velocidades vertiginosas para quedarse inmóvil un segundo mas
tarde, convirtiendo las muestras en todo un lujo para la vista. |
Origen |
Fisonomía
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Sanidad Una vez que el cachorro ha dado sus primeros pasos por el campo y ha tomado contacto con la naturaleza, sin olvidarnos de su dieta proteínica y control sanitario, empieza el adiestramiento para ejecutar los trabajos en campo, que deberá ser: rastro, localización, parada, espera al tiro y cobro rápido. El estándar del pointer deberá ser así: situados en el cazadero, el perro hará lazadas de forma perpendicular al cazador con una longitud máxima de 150m. a cada lado. Si el terreno es llano y con amplia visibilidad, la marcha deberá ser rápida, con cabeza alta y gran orgullo, obediente a la voz del conductor, del silbato o del movimiento de los brazos. Cogerá el rastro en su marcha rápida, para quedar de muestra en cualquier posición y solo cogerá la pieza a indicación del cazador. En ese momento queda patente la obediencia y la calidad técnica de nuestro acompañante. |
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Una vez localizada la
pieza, el cazador la hará saltar e intentará abatir mientras el perro
queda inmóvil hasta recibir la orden de cobrar, cosa que hará con rapidez
y energía, entregando de forma directa. |
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