Escopetas Superpuestas y Yuxtapuestas

Divididas en yuxtapuestas (común e indebidamente llamadas paralelas) y superpuestas y antes de extendernos en consideraciones particulares sobre cada una de ellas, comentaremos los tres elementos propios de ambas, culata, cañones y báscula.

Una culata mal adaptada puede arruinar el mejor día de caza y si durante el mismo se fallan muchas piezas, mucho cuidado con achacarlo inmediatamente a la falta de habilidad del tirador, la culata puede ser corta... o demasiado larga. Nunca es tarde para adaptarla o cambiarla llegado el caso.

La culata es elemento tan importante como los otros si el objetivo es el mejor disparo. De nada nos serviría el mejor acero en cañones perfectos si el gesto de apuntar está mediatizado por una culata inadecuada. En las escopetas fabricadas en serie, las más comercializadas, es lógico que los fabricantes se basen en dimensiones tomadas del promedio de los cazadores, pero al adquirir el arma debemos considerar que la longitud de la culata debe ser en principio dos centímetros más corta que la distancia entre el antebrazo, tomada por el interior del codo y el extremo del dedo índice. Con un antebrazo de 38 cm. , una culata de 36 cm.

Un buen sistema al elegir la culata y dictado por la experiencia, es el de mantener la escopeta en posición vertical y apoyada en el centro del bíceps con el antebrazo doblado. El dedo índice debe corresponderse con el disparador de manera natural, si el dedo no llega la culata es demasiado larga y en el caso contrario demasiado corta.

La longitud de la culata no es la única característica a tener en cuenta, debemos considerar igualmente la caída y la ventaja.

La caída o curvatura vertical es la distancia existente entre la prolongación imaginaria de la solista y la línea superior de la culata. Se mide en dos puntos: en el talón y en la cresta de la culata. La caída media del talón suele estar entre los 50 y los 65 mm. y la de la cresta del orden de 30 a 35 mm.
Para la caza es preferible una caída moderada para corregir automáticamente la tendencia del arma a ir hacia arriba en el momento del disparo. La caída pronunciada favorece la elevación y la escasa el efecto contrario, basculando la escopeta hacia abajo.
La correcta caída permite que el arma se desplace hacia atrás por efecto del retroceso sin modificar la alineación de los cañones.

La ventaja, también llamada alabeo, es la proporción de desviación lateral de la culata con relación a la línea del punto de mira y de la solista de los cañones. Dado que el ojo y el hombro del tirador no se encuentran en la misma línea, es necesaria la compensación de este desfase. Una defectuosa desviación impide alinear perfectamente el eje del arma con el blanco. La culata debe ser "aventajada" hacia la derecha para los tiradores diestros y para los zurdos hacia la izquierda.


Los cañones, fabricados actualmente en acero duro o semiduro y forjados en caliente, son de sección cilíndrica, conservando su calibre hasta la boca de salida, donde se produce un estrechamiento denominado estrangulamiento o choke. Su longitud no tiene una influencia decisiva sobre el alcance de tiro, pues las pólvoras modernas de combustión rápida permiten que la expansión de los gases producidos por el disparo se desarrolle al máximo en longitudes medias, oscilando entre 65 y 75 cm. La distribución uniforme de los perdigones o "plomeo", sobre el blanco, depende fundamentalmente de las dimensiones del anteriormente mencionado "choke". En las escopetas de dos cañones, éstos se encuentran montados no paralelamente entre ellos, como parece a simple vista, sino de manera ligeramente convergente para que sus ejes longitudinales se crucen asegurando la eficacia del disparo a una distancia de aproximadamente 40 metros. La báscula constituye la pieza central de la escopeta, el centro mecánico donde se articulan la culata y los cañones, abriendo y cerrando éstos y alojando los sistemas de percusión y extracción de los cartuchos. El sistema más utilizado actualmente es el Anson & Deeley, tomando el nombre de los ingleses que a finales del siglo pasado pusieron a punto la escopeta de martillos internos o "hammerless". Todo el mecanismo de percusión está situado en el interior de la báscula, con el martillo y el percutor construidos en una sola pieza, que se arma, al abrirse la escopeta, mediante una palanca que sobresale en el punto de articulación. Es de una gran simplicidad constructiva que enrarece las averías o el mal funcionamiento. Tanto las yuxtapuestas como las superpuestas cuentan generalmente con un choke diferente en cada cañón, lo que las hace válidas indistintamente para la caza en mano, donde el primer disparo se hace con el más abierto y el siguiente con el más cerrado al ser mayor la distancia a la pieza en huida. La elección de una u otra dependerá fundamentalmente de los gustos personales. ¿Cómo no admirar una clásica yuxtapuesta, de bella báscula grabada y de fluida culata "inglesa", para acceder rápida y cómodamente a los dos gatillos que le permiten usar los cañones independientemente, con su facilidad de encare y puntería?. ¿Cómo desdeñar la robustez, posibilidad de chokes intercambiables y menor "desencare" al secundar los disparos de la superpuesta?.